Hiperhidrosis

La hiperhidrosis consiste en un aumento exagerado e innecesario de la sudoración, que afecta fundamentalmente a manos, axilas y pies. El proceso de sudoración es necesario para el control de la temperatura corporal y está regulado por el sistema simpático, sin embargo, alrededor del 1,7% de la población presenta un funcionamiento inadecuado del mismo, en el que se envían estímulos exagerados a las glándulas sudoríparas que producen una sudoración intensa en determinadas zonas. del cuerpo, transformándose así en hiperhidrosis.

La forma de hiperhidrosis más común e incómoda es la que afecta a las palmas de las manos, ya que genera problemas en las relaciones sociales (como saludar con un apretón de manos), y afecta a la mayoría de los trabajos (componentes electrónicos, materiales delicados, estética, etc.) .

La hiperhidrosis axilar es frecuente y limita el uso de ciertas prendas de vestir por parte del paciente porque deja marcas visibles, situación que afecta su día a día.

La hiperhidrosis craneofacial es la sudoración excesiva de la cara y el cuero cabelludo. Porque es imposible “disfrazar” incluso hay pacientes que dejan de realizar sus actividades cotidianas y que afirman que su evolución a nivel profesional se ve inevitablemente afectada.

Este problema crea inseguridades al tratar con otras personas y la tendencia más común es ocultarlo. Está comprobado que la hiperhidrosis es una alteración orgánica y no psicológica y, con el tiempo, acaba afectando psicológicamente a quienes padecen esta enfermedad. Las mayores dificultades se basan en las relaciones sociales y afectivas, y en el uso constante de pañuelos de papel para saludar a otras personas, escribir, usar el ordenador u otras herramientas de trabajo.